Una de mis amigas me comentaba que era difícil disciplinar a su pequeña de 3 años después de una largo día de trabajo y solo verla a las 6 de la tarde, me comentaba “siempre se sale con la de ella, hace lo que quiere”. Para mi amiga el ser madre soltera y sentir que solo ella tenia esta gran responsabilidad era aun mas difícil.
Me comentaba casi llorando “no quiero ser el monstruo de mi casa”. Después de 8 largas horas de trabajo disciplinar es algo que un padre no tiene en mente. Y aun mas si le añadimos la culpa de no ver a esa angelito todo ese tiempo y sentir que lo abandonamos en los brazos de otra persona, mientras nosotras nos fuimos a trabajar. La disciplina no se tiene que ver como un castigo sino como un medio de enseñanza.
Si a temprana edad se le desarrolla una rutina a nuestros angelitos y en vez de castigar se les disciplina con amor, la disciplina en vez de ser algo horrible para los dos se convierte en algo sencillo, no siempre placentero pero si en una herramienta de enseñanza. Por ejemplo: Desde muy pequeño le enseñe a Angel, mi hijo, a mantener el cuarto recogido, no perfectamente recogido pero lo básico para que no hayan accidentes. En la semana no me importa si la cama no esta hecha, pero no quiero ver ropa en el piso, zapatos mal puestos o que deje los platos con los que comió en el cuarto ahí, debe llevarlos a la cocina (le encanta comer snacks). En el fin de semana, ya el sabe que tiene que limpiar mas profundo, pasar la aspiradora de alfombras, limpiar las ventanas y pasar el paño a los muebles, que incluye el televisor. Si no lo hace, sencillamente yo paso y apago el televisor para recordarle que necesita concentrarse, 15 minutos mas tarde el trabajo esta hecho sin llantos, ni peleas por que el ya sabe lo que tiene que hacer y como hacerlo.
La disciplina es diferente al castigo. La disciplina es una enseñanza, es flexible y se hace con amor. Para esos padres solteros que sienten que no tienen la ayuda de una segunda persona recuerden que ustedes son los adultos. No dejen tomar las decisiones a los niños por que ellos no tienen la madurez para esto. Yo soy flexible con Angel, pero hasta cierto punto. Le recuerdo que soy su mama y el tiene que respetar y obedecer si desea tener los privilegios con los cuales el cuenta. Recuérdele cuales son esos privilegios y no tenga miedo de decirles cuales serán las consecuencias que va a tener si no respeta y sigue las instrucciones.
Es valioso que su niño se sienta como un miembro importante de la familia. Si esto sucede, este niño la querrá ayudar por que sabrá que usted lo necesita y el es elemental en este núcleo familiar. Recuérdele que usted no esta sola en la casa, que el también vive ahí y que juntos son una familia. En mi casa todos compartimos las responsabilidades. Angel saca la basura. Que si le gusta? Tal vez no, pero el sabe que esta es su responsabilidad. Su cuarto es de el, y el sabe que esta es otra de sus responsabilidades. Cuando un niño sabe desde pequeño que es parte del núcleo familiar y que tienen responsabilidades dentro de este núcleo para que la familia funcione mejor lo hace sentir seguro, importante y valioso. Yo le digo a mi Angel “no se que me haría sin ti mi amor”. Enseñar a tu pequeño que tiene una responsabilidad en el hogar es fundamental.
Nuestros hijos nos conocen y saben cuales son nuestras debilidades, y muchos de nosotros somos padres permisivos. Estos padres no tienen reglas claras y sus hijos se crían sin estructura. Muchos de nosotros aunque no somos padres permisivos somos débiles y sedemos fácilmente a sus caprichos. Levanto mi mano por que al tener solo un hijo, muchas veces digo “si” muy rápido o fácilmente, y me veo a mi misma corrigiéndome constantemente.
La hija de mi amiga, Camila conoce que si insiste a su mama, ella la va a dejar salir de la tienda con esa cartera que tanto le gusto. También sabe que si llora, su mama por no verla llorar le complacerá. Cuando esto sucede el niño aprende a chantajear al padre y este se convierte en el padre permisivo, sin control del niño. Las consecuencias a ceder rápido a los deseos del niño son gravísimas por que este se cría creyendo que todos lo van a complacer en el mundo, y tu y yo sabemos que no es así.
Comprendo que amamos a nuestros hijos y queremos recompensarlos por el tiempo que no estamos con ellos pero existen otras maneras saludable de hacerlo sin tener que “echarlos a perder”. Por ejemplo desarrollar una rutina diaria los ayudara a sentirse seguros y parte del núcleo familiar por que sabrán que va a pasar y que se espera de ellos. Otro consejo primordial es sacar tiempo para compartir con ellos. Todos los días, juega algo con tus hijos. Me encantan los juegos de mesa y Angel y yo jugamos dominós o carta o cualquier otro juego como Parchisi...Lo significativo es que el celular este apagado, no llamadas telefónicas, ese tiempo es para tus hijos.
Se flexible pero no permisivo, recuerda que los niños que crecen en una casa donde los padres son permisivos no se sienten realmente amados, ni seguros y son rechazados por los demás por sus comportamientos. Ama a tus hijos y ten en mente que la disciplina y el castigo no es lo mismo. La disciplina es enseñar con amor, ese comportamiento que ayudara a tu pequeño a ser un triunfador en la vida.
Me encantaría recibir tus comentarios, escríbeme al h.net777@yahoo.com. He recibido maravillosos mensajes de los lectores de este periódico y deseo tomar esta oportunidad para agradecerles.
Suerte,
